domingo, 25 de julio de 2010

Piedras ostioneras

Como es lógico, utilizo mucho las tablas de mareas para organizar mis paseos e incluso las entradas al blog. Todos sabemos la importancia de esas tablas para los quehaceres de pescadores, marinos, mariscadores, etc. Lo que posiblemente nos cueste más entender es que hace algún tiempo esas tablas de mareas eran vitales para otras ocupaciones, como eran las de molineros y canteros. ¿Os sorprende…? Os explico entonces. Lo de los molineros se debe a la cantidad de molinos de mareas que existían a lo largo de nuestra costa. Las características de nuestros caños junto con las mareas tan altas en la costa atlántica hacían posible aprovechar tanta energía para mover las ruedas de molinos como por ejemplo el que vemos medio derrumbado entre Cádiz y San Fernando, el de Río Arillo. Lógicamente los molineros adecuaban su horario de trabajo a las fluctuaciones de las mareas. Si habéis observado el molino del que os hablo, al que otro día dedicaré una entrada en este blog, habréis comprobado que está construido con la piedra típica de esta zona, la piedra ostionera. Esa piedra, porosa y repleta de trazas de fósiles marinos, se obtenía principalmente de dos tipos de canteras: las situadas tierra adentro, como las de Puerto Real que dan nombre a una zona que muchos de nosotros hemos disfrutado en nuestra infancia, y por otro lado las que se explotaban en la misma costa. Esta fotografía de un muro construido con ese tipo de piedra está tomada en el interior de la catedral de Cádiz.


El faro de Chipiona por ejemplo, el más alto de España con sus 69 metros de altura desde su base (curioso número para una construcción tan erecta), se construyó con piedra de este tipo de una playa a la que los chipioneros llaman la playa de las Canteras, aunque muchos de ellos no sepan el origen de ese nombre. En esa playa se dan los famosos "corrales", zonas delimitadas por bajos muros de piedra ostionera donde la marea baja deja animales cercados fáciles de pescar. Por cierto, antes de que se me olvide, la catedral de Sevilla, donde las calores hacen que guste mucho la frescura de este blog, está construida en parte con sillares de piedra extraídos en las canteras de Puerto Real y en la cantera de pilares Luz Divina de El Puerto de Santa María, de la que os pongo unas fotografías para que veáis su principal característica: es subterránea y se sustenta a base de pilares dejados al tiempo que se extraía la piedra. En este último caso no es de piedra ostionera pero me parecía interesante el dato.







Este blog pretendía ser costero, así que intentaré no desviarme. Pues eso, que existían también canteras costeras en donde las extracciones debían hacerse con marea baja, por lo que los trabajadores, principales protagonistas de todos los hechos y construcciones de nuestra historia, se atenían a las tablas de mareas para adecuar también su horario laboral a la bajamar. Las siguientes fotografías nos muestran algunas marcas de los cortes efectuados con las inmensas sierras de hierro. Es posible que con estas piezas se construyera el castillo de Sancti Petri dada la cercanía al mismo.











Cuando vayáis a Cádiz, si paseáis por la Caleta, os recomiendo dar un paseo por el caminito hasta el castillo de San Sebastián con la marea baja. Si miráis a la izquierda veréis los mismos cortes en las rocas que apreciáis en estas fotos. Y si vais a Antequera, os recomiendo que visitéis las ruinas cercanas de la ciudad de Bobastro. Junto a sus ruinas se puede apreciar el detalle de la forma de extraer sillares de piedra, parecido al que os muestro de la playa.




¿Os gustan los fósiles? Reconozco que a mí me producen fascinación, sobre todo pensar en el concepto del tiempo transcurrido desde que vivieron. Supongo que cualquiera de nosotros que se encontrara un fósil en el campo se maravillaría de su suerte y disfrutaría del hallazgo. ¿Por qué no disfrutamos así con las conchas que podéis observar en estas fotografías de piedras ostioneras?












Son conchas fósiles, como mínimo del plioceno superior, con lo que fueros unos seres vivos que vivieron en el fondo marino no hace menos de tres millones de años. ¿Imagináis? Hace tres millones de años, cuando estos animalitos se alimentaban, se reproducían y disfrutaban de la compañía de otros animalitos del fondo marino, no existía el hombre, si acaso algún antepasado como el australopitecus, los continentes y sus costas eran muy diferentes y la mayoría de los animales actuales no existían como hoy los conocemos. Fascinante… ¿a que sí? Pues ya sabéis, cuando los piséis de nuevo, recapacitad sobre la vida, la duración de la misma y sobre las hipotecas a cuarenta años, pero sin comerse mucho el coco que es verano. Y nada más por hoy, así que a seguir playeando.






6 comentarios:

Abril dijo...

Gracias! Me gustó mucho esta entrada. Me fascinan estas rocas y por supuesto los fósiles, las huellas, ya sabes...todo lo que suene a vida.

genialsiempre dijo...

Siempre me ha hecho gracia el nombre de piedras ostioneras, porque la de ostias que se habrán dado la gente con estas piedras!!!. Así que bueno es saber de donde provienen para acordarse de ellas en el próximo tropezón

María Dolores dijo...

Unas fotografías preciosas y unas explicaciones muy interesantes. Me gustan este tipo de explicaciones porque así estaré más atenta la próxima vez que vea algo de ésto. Además parece que lo ha escrito todo un paleontólogo. Pienso realmente que el blog se está poniendo muy interesante.

Esperemos que José María no tropiece con ninguna piedra ostionera. Yo no sabía de donde provenían lo de las ostias y sigo sin saberlo, es más creía que las de tortazos eran con "h" pero mi amigo google dice que no. Hay que ver lo que este blog da de de sí, una sanluqueña que se ha llevado media vida oyendo hablar de ostias y ni idea.

Gracias por compartir tus conocimientos, así es un placer mojarse las chanclas.

Loli.

Equilibrista dijo...

En el año 3.000.000 de la era ostionera, los recuerdos se deshacen de su caparazón fosil y retoman vida gracias a tus palabras

por cierto, la torre de chipiona viene de turris caepionis, es decir, la torre de escipión... del general romano viene el nombre de la localidad, (si mal no recuerdo)

cuánto se aprende en este blog!

Cuenticiente dijo...

Esa piedra ostionera...
Gracias por todo lo que nos enseñas y propones, efectivamente daremos más cuenta de los paseos playeros.
Aprovechando la ocasión, y tal vez sin tener demasiado que ver con el tema, diré que me parece nefasto el "arreglito" que le han hecho al castillo de San Romualdo en San Fernando, y ahora mismito a los puestos defensivos que han tenido la desgracia de estar en el camino del futuro tranvía. Una barbaridad, tó repellao como si fueran pisitos de protección oficial. (Disculpad la pataleta)

Erna Ehlert dijo...

Buscando información sobre las piedras con fosiles me he topado con esta entrada tan interesante en tu blog.

Esperando que sigas...

Saludos