Hace unos veinte años llegó a mis manos un libro editado por
el Servicio de Publicaciones de la Diputación de Cádiz: Geología de la Costa y
Bahía de Cádiz. Se trataba de la reedición de “La Geología de la Costa y Bahía de
Cádiz y el poema Ora Maritima, de Avieno” una memoria estudiada y redactada por
el ingeniero de minas Juan Gavala y Laborde en 1959. Se trataba de un estudio
de la costa de Cádiz a partir de las explicaciones que el poeta y geógrafo latino
Rufo Festo Avieno reflejó en su extenso poema Ora Marítima en la segunda mitad
del siglo IV. En dicho poema explicaba cada uno de los accidentes geográficos
de la costa conocida y sus características. Como habréis deducido, de ahí tomé
el nombre de este blog.
Rafael Alberti no pasó por alto el poema de Avieno y publicó
un libro de poemas dedicado a Cádiz en 1953 con el mismo nombre. Aquí os lo pongo acompañado de fotografías que tomé en uno de mis agradables paseos gaditanos:
… Y así naciste, oh Cádiz,
blanca Afrodita en medio de
las olas.
Levantadas las nieblas del
Océano,
pudiste en sus espejos
contemplarte
como la más hermosa joven
aparecida
entre la mar y el cielo de
Occidente.
Traías en tus manos fenicias
el olivo
y un collar para Tarsis,
para su poderosa garganta
plateada.
En ella se abrasaron tus
ojos, sobre ella
reclinaste la frente, y
fuiste rica,
la avara marinera que en el
viento
de Nuestro Mar tendía,
victoriosa, su nombre.
Así en las infernales
brumas dolientes del Ocaso
abriste
las Puertas Gaditanas
como las arcas del más bello
tesoro.
Sobre tus dos entrelazados
mares,
Hércules, venerada luz,
ardía,
divina fuerza, sol de la
aventura.
Ya el fin del mar, los
límites del mundo
en ti no se encontraban.
Tú misma los borraste con
tus naves,
oh clara estela del Oriente,
oh soplo,
brisa inicial, anunciador
camino.
Como reina de todos los metales,
reluciste en el trueno y el
relámpago
de la celeste voz de los
profetas.
La plata que de Tarsis
alzaban tus navíos
llena está de sus sílabas
ardientes.
Dijo Ezequiel a Tiro, oh
Cádiz, madre tuya:
“Tarsis contigo comerció,
debido
a la gran multitud de sus
productos.
La plata, el plomo, el
hierro y el estaño
ella los dio en tus ferias.”
Y también Isaías dijo a
Tiro,
oh Cádiz, madre tuya:
“Y las naves de Tarsis
salen para traer tus hijos
de muy lejos
cargados con su plata.”
Y dijo Jeremías,
alabándote, oh Cádiz, tus
tesoros:
“De Tarsis traerán la plata
martillada,
que vestirán de cárdeno y de
púrpura
las manos del artífice”.
Cargada está la mar de tus naves, henchidas
con el viento solano están
sus velas.
Anclas de plata, no de
plomo, lucen
por los azules puertos
asombrados.
Oigo los cantos de tus
marineros,
oigo sus remos dando en las
espumas,
oigo un clamor antiguo que
hoy me llega
batido por el sol de tus dos
mares.
Taza de plata ya, vaso de
luz, esplendes
entre las olas desde tus
orígenes.
Así mi corazón te guarda,
así lo habitas
desde aquel tiempo, oh
Cádiz, que tus ojos
en mis dunas mirándote me
vieron
y arrodillada sobre el mar
me hablaste.
2 comentarios:
Desde luego es una joya esta Cádiz!
Y como luce en tus fotos!
Saludos
Magnifico fotos , paisages maritina, saluda del Belgica
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