viernes, 2 de julio de 2010

Más Novo

Hola amig@s, mi paseo de hoy ha transcurrido de nuevo por la zona de los hoteles de la Barrosa, o como le conocemos todos, por la zona de Novo Sancti Petri. He comenzado por la entrada que ya os mostré en otra ocasión, la del puentecito de madera rodeado de parras verdes. He caminado luego hasta más allá de la Torre del Puerco y he vuelto hasta una salida que sí os resultará nueva, la situada entre los hoteles Valentín y los de la cadena Hipotel. He recibido consultas acerca de mi ocupación habitual, se ve que no es muy frecuente tener tanto tiempo disponible para estos menesteres tan lúdicos. Debo deciros, sobre todo a los que no me coinozcáis, que el trabajo que me da el sustento es el de taquillero de la estación de esquí de Medina Sidonia. Es evidente que ya no es tiempo de nieves, aunque sí de vienes... Sí, con "v"... ¿Qué pasa? Pues eso... ¿te vienes o no te vienes?





¿A que es mono? cada día, nada más entrar a la zona arbolada por la que se accede a las pasarelas de madera, se me cruzan cantidad de conejos enseñándome el rabito blanco en su huída. No tengo una cámara con la que pueda hacer muchas virguerías, así que me resultaba hasta ahora dificil fotografiarlos. En esta ocasión tuve suerte, este estuvo comiendo sin echarme mucha cuenta hasta que me acerqué demasiado. Al menos os puedo mostrar a mi nuevo amigo.


Esta es otra perspectiva del puente que os enseñé hace poco. Tened en cuenta que el verde que lo adorna es de parras, con lo que no es un verde perenne. Las hojas de parra terminan el verano chuchurrías, así que daros prisa por disfrutar de este rinconcito.

La luna. Siempre me acompaña en mis paseos ¿A que es bonita? ¿Os habéis dado cuenta de que la luna por las mañanas es transparente? Con razón la NASA hacía aterrizar sus módulos lunares cuando era de noche.


Si os fijáis bien, en la parte de arena hay otro conejo descansando. A esa hora del amanecer no es raro verlos.



Me encanta este paseo de madera. Es la bienvenida a la playa. Nada más comenzarla te invade el aroma de la sal, el sonido de las olas y la inmejorable vista de azul del mar con el castillo al fondo.




Vaya, otra vez el dichoso conejito. Se ve que se le está quitando el miedo a la cámara.





Esto es una práctica habitual en este acceso. Vecinos de las urbanizaciones cercanas acuden diariamente a la playa pero no necesitan cargar con las hamacas, las aparcan como si fueran bicis y hasta mañana.






Cuando comienza a salir el sol se da esta curiosa imagen: Su luz aún no ilumina directamente el agua, pero sí las olas.







Esto es uno de los topes que usan las embarcaciones en sus costados. Se habrá cansado de ser el que carga con los golpes. Ya no le atan las cuerdas.








Despedregadora humana, así llaman a quien se dedicó a montar este ordenadito montón de piedras. ¿Serían unos niños? ¿Una parejita sin otra cosa mejor que hacer? ¿Una abuela a la que su nuera no deja que se ponga el bañador porque dice que está ridícula y se aburre bajo la sombrilla...? ¿O habrá sido quizás algún taquillero de estación de esquí aburrido?









Ni un alma. ¡Qué gozada! La torre que está al lado es la Torre del Puerco. Cerca de allí se desencadenó una feroz batalla, la batalla de Chiclana. Estamos en los prolegómenos de la conmemoración de su segundo centenario. Pincha aquí si quieres informarte.











Esta es la pasarela que os comentaba entre los hoteles Valentín e Hipotel. Esta parte la han terminado hace unos días, el temporal se llevó una rampa igual a la que aquí se ve.











Y aquí está la salida de la citada rampa. Qué vistas... ¿a que sí?












Por todo el Novo Sancti Petri discurre una via pecuaria. Durante la construcción de los hoteles se dieron varios conflictos debido a su cierre al público. Este es uno de los mojones que la delimitan.

Y esto es todo por hoy. Hasta otro nuevo paseíto.

6 comentarios:

genialsiempre dijo...

Vaya paella que te habrás hecho con tanto conejo. Un día tienes que retratar otra variedad de conejo que se da mucho en la playa por la noche, creo.
Guárdame un abono para la próxima temporada de la estación de ski de Medina

María Dolores dijo...

Un paseo encantador, el conejito precioso, la fotografía del mar digna de haber sido inmortalizada en esa preciosa fotografía.

Y no veas las ganas que me están entrando de cruzar ese puente. Gracias por hacernos partícipes de esos paseos terapeúticos, realmente deben de serlo porque yo con mirar las fotografías y tus comnentarios ya me voy animando y creo que nos pasa a todos por igual, aunque alguno quiera que te comas la paella y te induzca por sendas peligrosas de nocturnidades. Sí José María, va por ti, que los conejos nocturnos en playa suelen peligrosos. Lo sé de oídas.

Mar, arena, luna, soledad... sigue disfrutando y sin olvidarte de nosotros.

Besos,

Loli.

Gitana dijo...

Sólo, decirte que no dejes de meter esas pinceladas históricas en tus entradas. Me hacen recobrar el interés por la Historia, gracias.

Besos.

Pedro Estudillo dijo...

Estos paseos dan mucho de sí, fauna, flora, historia, paisaje.... No veas como te lo estás currando.

Anónimo dijo...

Taquillero, que suerte tienes trabajando tan poco. Gracias a esa circunstancia nos alegra la vida

Cuenticiente dijo...

Un lujazo poder pasear y presenciar este espectáculo sólo para uno. Este blog, cada vez es más envolvente... ¿no arrulla el mar el alma?
¿Cómo podríamos vivir sin nuestro mar?
Un verdadero placer pasar y quedarse un rato en estas orillas.